Muchos son los que en
estos días afirman que se está produciendo una valoración inadecuada de los mercados entre ellos el presidente del
Banco Central Europeo Mario Draghi que advertía recientemente sobre un posible
proceso de ajuste en los mercados planteando a grandes rasgos un posible pinchazo
en las diferentes bolsas.
A día de hoy, los
mercados registran un denominado periodo de estabilidad además de una elevada
disminución de la volatilidad en las subastas. Muchos se atreven a afirmar que
esto puede ser el inicio de una sostenida etapa de crecimiento económico pero
la realidad es que este periodo de
estabilidad se asemeja mucho al de 2007 que desembocó en la gran tormenta
financiera fomentando el escepticismo de algunos ante la posibilidad de que
este crecimiento se produzca.
Esta estabilidad se refleja
en el cambio de índices como las primas de riesgo que en el caso de España experimenta
una espectacular reducción hasta los 132 puntos básicos en parte por los
mecanismos europeos destinados a corregir los desequilibrios crediticios entre
las diferentes economías europeas teniendo como objetivo homogeneizar el
sistema bancario.
Por otra parte, si nos
fijamos en uno de los principales índices bursátiles estadounidenses podemos
apreciar que el Dow Jones Industrial Average experimentado un increíble
crecimiento superando los valores de
antes de la crisis.
Este caso no solo se
da Estados Unidos, también se produce en economías europeas (como la alemana)
que experimentan un increíble crecimiento que rebasa con creces los valores de
la etapa anterior de la crisis. Mientras tanto, otras economías como la
española también experimentan un crecimiento un tanto más moderado que sus
vecinas europeas.
Esto nos señala que
existe una gran diferencia entre los índices bursátiles para diferentes
economías dentro del mismo territorio europeo pero dejando de lado los índices
bursátiles otro de los temas importantes es la reducción del tipo del interés europeo con la finalidad de reactivar la
economía.
La reducción de los
tipos tiene como finalidad que los bancos tengan mayores incentivos para proporcionar créditos(obligándoles mediante
tipos negativos a tener que tener su dinero fuera del BCE) con la finalidad de
apoyar a las pequeñas y medianas empresas que son la base de la economía
europea pero desde un principio ya se atisban posibles problemas derivados de
esta "forzada" expansión del
crédito.
Si nos remontamos años
atrás, concretamente a la última etapa expansiva, lo que provocó el colapso de las
economías fue sin duda un excesivo endeudamiento de las entidades de crédito
que concedían créditos tanto a particulares como a empresas con laxas
condiciones derivadas de una mala percepción del riesgo canalizándose a
sectores como la construcción que vieron sus precios incrementarse por encima
de su valor real y generando burbujas especulativas.
A modo de ejemplo,
Estados Unidos está experimentando en estas últimas fechas un peligroso
incrememento de la emisión de préstamos apalancados globales para compras y
otras transacciones de un 55 por ciento desde el 2012(llegando a un valor un
15% inferior al de antes de la crisis) junto a una baja prima de riesgo mientras que
la calidad de sus bonos está altamente deteriorada haciendo evidente esta infravaloración del riesgo.
Pero no solo Estados
Unidos está viviendo unos procesos de infravaloración del riesgo, en el caso de
las economías europeas, el tratado Basilea III establece reservas de capital
anticíclicas para los bancos para los bancos pero estos criterios también son laxos. Además el desapalancamiento y la
transferencia de activos, como por ejemplo el caso español a la Sareb, es otro de los fantasmas que acecha a
las economías.
Muchos apuntan a que
la causa del excesivo incremento de los índices principales de las bolsas es la
competencia que los bancos quieren hacerle a los Mercados de Capitales que
poseen un alto exceso de ahorro mientras que otros apuntan a una milagrosa
recuperación de la economía.
Sin duda medidas como
la reducción de los tipos de interés no son las más indicadas para este tipo de
casos en los que se parte de un contexto de parálisis del crédito, debería apostarse por una mayor calidad en
los criterios a la hora de conceder estos créditos de lo contrario la
economía europea será propensa a generar burbujas especulativas debido a una
mala percepción de los riesgos.
Pero esto no pasa solo
en la economía europea, como ya se ha visto, la estadounidense también está
experimentando los mismos desequilibrios en los que no se está teniendo en cuenta el riesgo del crédito mientras que los
mercados se expanden a tasas impactantes.
Por lo tanto lo que
los mandatarios deberían evitar es el actuar mediante medidas cortoplacistas
que solo provocan el sobrecalentamiento de la economía generando efectos a
largo plazo además de provocar crisis y apostar por medidas con un mayor horizonte temporal que beneficien a la economía y
a su crecimiento sostenido.